“Simplemente espectacular” es como están calificando algunas fuentes esta segunda portada de Michelle Obama, en la cual aparece con un vestido de Reed Krakoff que pertenece a su colección personal de moda. La sesión entera fue fotografiada por Annie Leibovitz y el styling fue dirigido por Tonne Goodman, la directora de moda de Vogue.
No sólo apoya a los diseñadores americanos usando siempre sus prendas sino que Michelle Obama ha tenido una evolución significativa en su estilo e imagen personales y es gracias a eso que hoy en día representa un verdadero ícono de la moda y estilo americanos. La pasión por su país y todo lo relacionado la ha llevado a la posición de una de las más apreciadas Primeras Damas e incluso a la cabeza de nuestra industria: la portada de la mismísima Vogue.