Madonna siempre ha sido, en una época u otra, un tema del que la moda forzosamente tiene que hablar. Ya sea porque desafía totalmente las “reglas” que impone o porque resulta ser (sorprendentemente) la mejor vestida de la semana, como ocurrió en Septiembre cuando presentó su nuevo proyecto Secret R(EVOL)ution. En fin, siempre estando en boca de editores y fashionistas, Harper’s Bazaar (US) la eligió para su portada de Noviembre.
Y no sólo eso. Madonna fue parte de una de las mejores sesiones de fotos, de su carrera quizás (como muchos están catalogándola), y se muestra como la verdadera reina e ícono de moda que fue, es y seguirá siendo. Y aunque algunos siguen insistiendo que Madge ya está “grande” para mostrarse de la manera en que se mostró en esta photoshoot de Terry Richardson, es difícil imaginar a alguien más luciendo estos elaborados looks y aún así seguirse viendo classy y chic. Si, classy. Aunque muestre más de lo que debería.
Mostrando su propia versión de las tendencias otoñales aplicadas a Madonna y no dejando atrás el estilo rebelde y atrevido que caracteriza a la reina, esta historia de Harper’s Bazaar ha llenado los titulares de blogs, periódicos, y websites como uno de los issues más esperados del otoño. Cabe recalcar la posición escalante que en meses recientes Harper’s Bazaar ha logrado obtener en cuanto a publicaciones en moda. Si bien fue LA revista de moda antes del boom de Vogue, en las últimas décadas su posición parecía decaer más y más. Pero, oh sorpresa, Harper’s Bazaar no sólo está dando batalla nuevamente, sino que sabe como hacerlo. Y lo está logrando.
Parte de la polémica provocada por este spread que llegará a puestos de revistas a finales de este mes es la entrevista que se hace a las estrellas que posan para las portadas de alguna revista. Pero, ¿qué más tendríamos que saber acerca de Madonna? Treinta años de escandalosa carrera han dejado cientos y cientos de entrevistas. Pero esta vez, Madonna tomó la dirección de su artículo y todo lo escribió ella misma. Aquellos que ya lo leímos y que seguimos de cerca la vida y la carrera de la artista nos quedamos sin palabras y con ganas de más. Y esperamos (por favor) que sea esto un adelanto de una autobiografía que con una vida como la de Madonna resulta ser casi obligada.
En su “mini” autobiografía para Harper’s Bazaar, Madonna revela cosas de su infancia, su sed por siempre querer ser diferente y desafiar las reglas, su esfuerzo por sobresalir en una ciudad tan intimidante como Nueva York, su primer acercamiento a la espiritualidad por medio de la Kabbalah, sus divorcios, las adopciones de dos de sus hijos, y el dolor involucrado en todos estos procesos (incluído el dolor por siempre estar bajo la luz de juicio por cada una de sus acciones). Pero además, por primera vez, Madonna revela que cuando recién llegó a NY fue violada. ¿Quién hubiera imaginado esto siendo una mujer que siempre cruza las barreras de lo “sano” y lo “moral” en cuanto a expresión de sexualidad?
Sin duda este será un número de Harper’s Bazaar para coleccionar. Y Madonna… Madonna muy seguramente está en su mejor momento. Personal, profesional, y estilosamente hablando.