Ayer por la tardé falleció el reconocido diseñador dominicano, Oscar de la Renta a la edad de 82 años.
De la Renta saltó a la fama luego de vestir a Jackie Kennedy. El diseñador estudió pintura antes de darse cuenta que su verdadera pasión era la moda. Trabajó para Cristóbal Balenciaga y luego en Lanvin en París antes de aterrizar el futuro de su carrera en Nueva York después de trabajar para Elizabeth Arden.
El estilo creador de Oscar de la Renta lo logró posicionar como un ícono en la moda desde muy temprano en su carrera. La esencia femenina y delicada de la mujer de de la Renta logró fijar un estándar para lo que “clásico” y “elegante” significa, y sin duda esto no será reemplazado jamás.
Oscar de la Renta estuvo en una batalla contra el cáncer por una década. Según un comunicado escrito a mano por su hijastra Eliza y su esposo Alex Bolen, CEO del imperio Oscar de la Renta, expresaba que el diseñador “murió exactamente como vivió: con tremenda gracia, gran dignidad y en sus propios términos”.
El futuro de Oscar de la Renta está asegurado a manos de Peter Copping, a quien el propio Oscar le entrego la dirección creativa de su imperio apenas la semana pasada. Copping estuvo doce años bajo el mando de Marc Jacobs en Louis Vuitton para después convertirse en director creativo de Nina Ricci en 2009, puesto que abandonó a principios de este mes.
Más de 50 años de carrera de este gran diseñador vivirán por siempre, no sólo en sus increíbles colecciones, sino también en la huella que todas las mujeres que ha vestido dejaron en la historia de la moda. Oscar de la Renta vistió a las mujeres de Estado más importantes y a las artistas más exclusivas de cada época desde su lanzamiento como creativo. Y por supuesto además, era un favorito personal de la reina de la moda y editora de Vogue, Anna Wintour.
Una estrella se extinguió ayer. Pero es justamente cuando una estrella se extingue que la totalidad de luz que reveló en su vida queda plasmada como una fotografía en el cosmos para toda la eternidad, sin ser afectada por tiempo, espacio ni movimiento. Y es justamente así que quedará el legado de el caballero de la moda, el señor Oscar de la Renta.
